Concilio De Iglesias De Cristo Misionera M.I. Inc.
  Reflexiones
 

Elementos legitimo de un milagro...
Rev. Samuel Torres el 08-09-2010, 22:31 (UTC)
 
Agosto 2010 | Mes para proclamar el milagro

“...inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,...” 2 Tes. 2:9

Ciertamente que la existencia de señales y prodigios en nuestro medio sigue siendo una realidad. Sin embargo, no todo milagro es incuestionablemente una manifestación de Dios. Entonces, ¿Cómo discernir cuál es cuál?
Pablo advierte a la iglesia que el “inicuo cuya venida es conforme a la actividad de Satanás” vendrá “con todo poder y señales y prodigios mentirosos”. Una de las características de esta figura, impulsada por el mismo Satanás, es que engañará al pueblo con los milagros que realice. Debemos estar en guardia ante cualquiera, sin importar lo extraordinario de sus señales, para discernir si se glorifica a sí mismo. Las tres palabras que el Nuevo Testamento utiliza para milagro están presentes en este versículo. Dunamis se refiere al ejercicio de un poder sobrenatural, semeion se refiere a un hecho o evento portentoso que tiene un profundo significado, y teras identifica algo extraordinario que causa asombro. El hombre inicuo, que algunos eruditos identifican como el Anticristo, aparecerá en el escenario del mundo para “oponerse y exaltarse sobre todo lo que se llama dios o es objeto de culto, de manera que se sienta en el templo de Dios, presentándose como si fuera Dios” (2:4).

Muchos cristianos creen que los milagros cesaron al final de la era apostólica. Si esto fuera así, todos los milagros posteriores a esa época han sido falsos: ni uno solo lo ha realizado Dios. Un creciente número de personas en la Iglesia, sin embargo reconocen que los milagros continúan ocurriendo hoy. No obstante, ¿cómo logramos distinguir los milagros legítimos de aquellos que son obra del “inicuo”?. Existen al menos cinco evidencias bíblicas de un milagro legítimo:

(1) Glorifica a Dios… Los milagros siempre señalan que Dios se encuentra activo en nuestro mundo. La principal evidencia de cualquier examen es esta: ¿quién recibe la gloria? (2) Su fuente es honrada… Jesús advirtió que en los últimos días se levantarían «falsos cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, para así engañar, de ser posible, aún a los escogidos» (Mt 24.24). (3) Es confirmado por el Espíritu… Según la enseñanza de Pablo uno de los dones del Espíritu es “discernir espíritus” (1Co 12.10), una habilidad que el poder de Dios concede a una persona para distinguir entre un espíritu verdadero y uno falso. (4) Puede ser externamente verificado. En una ocasión Jesús sanó a diez leprosos y les dio instrucciones: “Id y mostraos a los sacerdotes” (Lc 17.14). (5) Edifica a la Iglesia…Tanto la enseñanza como los milagros, la exposi-ción de la Palabra y las obras, el trabajo en conjunto, son actividades vitales para la edificación y extensión de la Iglesia.

Considere el ejemplo del evangelista Felipe: “Y las multitudes unánimes prestaban atención a lo que Felipe decía, al oír y ver las señales que hacía” (Hch 8.6). Así también debe ser hoy: Nuestras palabras y obras, producidas por el Espíritu (sean o no milagrosas) deben trabajar en preciosa armonía para la proclamación del evangelio.
 

La verdadera intercesión del creyente
Rev. Samuel Torres el 08-09-2010, 22:28 (UTC)
 
Septiembre 2010 | Intercediendo en el espíritu


“Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza” Daniel 9:3


Uno de los grandes ministerios y de suma importancia para la Iglesia del presente siglo es la intercesión en el espíritu. Pudiéramos definir la intercesión como la oración santa, fiel y perseverante mediante la cual alguien le suplica a Dios por otro u otros que desesperadamente necesitan la intervención de Dios. La oración del Profeta Daniel en el capitulo 9 es una oración intercesora, cuando ora fervientemente por la restauración de Jerusalén y por toda la nación.
Un aspecto continuo del actual ministerio de Cristo es interceder por los creyentes delante del trono de Dios (Ro. 8:34). También el Espíritu Santo está implicado en la intercesión. El Apóstol Pablo declara: “Que hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles” (Ro. 8:26).
Así como los lideres, reyes, profetas y sacerdotes debían dirigir la oración intercesora por la nación; nosotros como Iglesia de Jesucristo tenemos hoy el mismo deber de interceder por nuestro prójimo, marginados y desamparados, pecadores, enemigos, familias, hermanos en la fe, naciones y pueblos. Entonces nuestro compromiso no es solo predicarles el Evangelio de Jesucristo sino también, interceder por ellos. Amados, ¿no te parece que es un ¡alto privilegio el interceder por otros!?...en la medida que los hagas otros lo estarán haciendo por ti.
Santiago les ordena específicamente a los ancianos de la Iglesia que oren por los enfermos (Stg. 5:14). Pablo va más lejos y pide que se presenten oraciones por todo los hombres (1Ti. 2:1-3) Al mismo tiempo Pablo les pide a las iglesias que oren por él, sabiendo que sólo mediante sus oraciones tendrá su ministerio su efecto a plenitud. (Ro. 15:30-32).
Los verdaderos intercesores oran por restauración del pueblo, para que nos libre de peligro alguno, para que venga el poder del Espíritu Santo y tome control de nuestras vidas, para que alguien sea sanado, para que el perdón de Dios alcance a multitudes de pecadores, por la obra misionera en el mundo, ect. Cualquier cosa que revele la Biblia como la perfecta voluntad de Dios para su pueblo puede ser propiamente el punto central de la oración intercesora.
¡OREMOS INTERCEDIENDO AL PADRE!

Rev. Samuel Torres
Pastor General, ICMNV
E-mail: pastor@ipnuevavida.com

 

Lluvias de bendición...
Rev. Samuel Torres el 08-08-2010, 00:10 (UTC)
 
Julio 2010 | Mes para recibir lluvias de bendición

“Y haré de ellos y de los alrededores de mi collado una bendición. Haré descender lluvias a su tiempo; serán lluvias de bendición'. (Ezequiel 34:25-26)”

Sin lugar a dudas, la lluvia representa en este texto una bendición que viene de Dios. En un sinfín de oportunidades Dios nos muestra las cosas espirituales por medio de la naturaleza, es decir que por medio de ella El nos habla y nos muestra como es que funciona lo espiritual en nosotros. Cuando estudiamos el curso del agua y su recorrido, notamos que el agua aquí en la tierra entra en el estado de evaporación, y se alza y eleva hasta llegar a los cielos, y este mismo vapor que llega a los cielos, es devuelto en forma de lluvia, la cual nos bendice.

Esta es una lección maravillosa que nos deja ver Dios, puesto que para que la lluvia descienda a bendecirnos, primero debe subir hacia Dios vapor de adoración. Para que baje la lluvia, primero tiene que subir el vapor. En muchas oportunidades nosotros queremos que desciendan sobre nosotros las lluvias de bendición, pero no hacemos que desde nosotros suba vapor al cielo; queremos recibir; pero no damos. Indudablemente Dios espera de nosotros que elevemos adoración como incienso, ¡aroma agradable al SEÑOR!

Con todo no basta elevar a Dios vapores de adoración y esperar la lluvia de bendición, puesto que la lluvia sin la tierra arada nada puede hacer. Es necesario que mientras ministramos 'vapor' hacia el cielo, preparemos el suelo. Hay terrones de tierra endurecida, hay malezas, hay pedregales que no permitirán que la semilla de fruto. Debemos permitirle al SEÑOR que El trabaje con nuestro corazón, que quite toda dureza y seamos quebrantados, debemos arar con esperanza (1 Corintios 9:10) sabiendo que la tarea no es en vano, sino que recibiremos beneficio de parte de Dios.

“Toda buena dadiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación”. (Santiago 1:17)

Por tal razón activa la lluvia de bendición rindiéndole adoración, vapores de obediencia, diezmando y ofrendando, estando en sujeción, preparando tu corazón, permitiéndole a El por medio de su Espíritu Santo que trabaje en tu vida, quitando toda dureza, quebrando toda piedra con el martillo de su Palabra y solo así recibirás aquella bendición que Dios desea derramar sobre sus hijos. Reconócelo en todos tus caminos, ¡Dios te continúe bendiciendo!



Rev. Samuel Torres
Pastor General, ICMNV
E-mail: pastor@ipnuevavida.com
 

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